Después de haber salido del vagón, y de no decir una palabra más. LLegamos a nuestro Destino "El Coliseo de Roma". Entonces entablamos una pequeña conversación y la ultima por ese tiempo.
M= A qui esta el Coliseo .. Te gusta
A= (Yo anonada de verlo) Claro, que me gusta
M= Pues yo aqui te dejo, sigo mi camino
A= ¡Ahh! pues esta bien, Gracias por acompañarme
M= De nada.
Un silencio profundo se encontro entre nosotros, sus Ojos grandes Azules me hablaban por él; Por lo tanto, yo perdi el entusiasmo de ver el Coliseo. Quería que me hablara pero nuestras miradas lo hicieron por si solas.
M= Ya es tarde, te dejo.
A= ¡oh, si! que estes bien
M= Tienes correo,
A= correo, que correo. . (me quede de boba escuchando su excelente ingles) (jaja claro que yo lo escribo en español para que no se me vaya la onda)
M= Tienes e-mail
A= ¡ahh, si !! si tengo y ¿tu tienes?
M= claro, mi correo . . . .
A= El mio es . . . . .
M= Ok, después te escribo.
A= Cuando quieras ehh, sólo hazlo
M= (se sonrío como ajá cuando quiera lo hago)
A= Hasta luego.. Gracias
M= Das muchas gracias
A= Estoy acostumbrada hacerlo
M= Como quieras, no es nada. . cuídate.
Comenzó a caminar, volteando un par de veces. En ese momento el Coliseo se me hiso tan pequeño, pero no entendía ¿Pórque este chico me había impresionado?. Lo que si sentí, es que nuestras miradas se perdieron solas; se hablaron de una promesa "Que más adelante, se volvieran a encontrar".
No les parece extraño, que las miradas siempre dicen algo y nunca las tomamos en cuenta ¿Qué fue lo que me paso?
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